ISRAEL
EL PUEBLO ELEGIDO
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Notas
IEl Mesías, hijo de David
El Mesías es descendiente de David. Es quizás lo único en que judaísmo y cristianismo concuerdan respecto al Mesías. Ahora bien, el problema reside en cómo se establece esta descendencia. Según la Torah, debe ser sólo por línea paterna. Si bien en el judaísmo ortodoxo actual es la madre que determina si los hijos son judíos, porque un vientre judío no puede parir un gentil, ésto sin embargo no determina herencia. La herencia es siempre, exclusivamente, por línea paterna –porque además la mujer pasa a pertenecer a la casa de su marido, y no viceversa–. Rivkah (Rebeca) era de la casa de Najor, pero su hijo Jacob siguió perteneciendo a la casa de Avraham y no a la de Najor. Las esposas de Jacob –Lea y Raquel– también eran de la casa de Najor, hijas del hermano de Rivkah, pero los doce hijos de Jacob eran “simiente de Avraham”, no de Najor (de quien tenían ¾, mientras que de Avraham sólo ¼). En todo el TaNaJ, las genealogías nombran solamente la línea paterna. La sucesión real de Israel y de Judá era exclusivamente por vía masculina y nunca se tomó en cuenta quien era la madre del rey a los fines de considerar herederos al trono, sino sólo quien era el padre. Ningún título, ni rango, se hereda por línea materna. Así fue profetizado, que el Mesías sería descendiente de David, y heredero de su trono, por línea paterna. Y no sólo de David, sino también de Salomón:
2Samuel 7:14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; 15 Empero mi misericordia no se apartaré de él, como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. 16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro; y tu trono será estable eternalmente.
1Crónicas 17:11 Y será que, cuando tus días fueren cumplidos para irte con tus padres, levantaré tu simiente después de ti, la cual será de tus hijos, y afirmaré su reino. 12 El me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternalmente. 13 Yo le seré por padre, y él me será por hijo: y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fué antes de ti; 14 Mas yo lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternalmente; y su trono será firme para siempre.
1Crónicas 22:9 He aquí, un hijo te nacerá, el cual será varón de reposo, porque yo le daré quietud de todos sus enemigos en derredor; por tanto su nombre será Salomón; y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días: 10 El edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre.
1Crónicas 28:4 Empero YHVH el Elohim de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel: porque a Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá la familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre agradóse de mí para ponerme por rey sobre todo Israel; 5 Y de todos mis hijos (porque YHVH me ha dado muchos hijos) eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de YHVH sobre Israel. 6 Y me ha dicho: Salomón tu hijo, él edificará mi casa y mis atrios: porque a éste me he escogido por hijo, y yo le seré a él por padre. 7 Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se esforzare a poner por obra mis mandamientos y mis juicios, como en este día.
Está absolutamente claro que a Salomón le fue confirmado el trono de David “eternamente”, “para siempre”. Salomón sería quien “edificaría casa al Nombre del Eterno”, y esto no se refiere sólo al Templo, sino que es una promesa mucho mayor. Indudablemente, el Mesías debe ser descendiente de David, y de Salomón, por línea PATERNA.
En los Evangelios de Mateo y Lucas se presentan dos genealogías distintas, de las cuales la de Lucas, aunque es más correcta en cuanto al respeto de los parámetros hebraicos, no calificaría porque no sigue la línea de Salomón sino de Nathan, otro hijo de David, y porque presuntamente sería la genealogía de Miryam y no de Yosef.
Pero el problema más importante no es la precisión de las genealogías, sino otro:
Mateo 1:18 Y el nacimiento de Yeshua Mashiaj fue así: Que siendo Miryam su madre desposada con Yosef, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo. 19 Y Yosef su marido, como era justo, y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente. 20 Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: Yosef, hijo de David, no temas de recibir a Miryam tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Lucas 1:34 Entonces Miryam dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón. 35 Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Elohim.
¿De quién era hijo Yeshua por línea paterna? Era hijo de Yosef, o no lo era? Si no lo era, entonces definitivamente, no puede ser el Mesías!
Antes de continuar con este estudio, creemos necesario aclarar algunos conceptos:
• Nosotros creemos en Yeshua como Mesías de Israel, pero no creemos en los dogmas del cristianismo, los cuales no tienen fundamento escritural. Creemos en el Mesías que nos presentan las Escrituras.
• Nosotros consideramos que no nos afecta mínimamente si nació como todo ser humano y no de manera sobrenatural. Eso no disminuye su calidad de Mesías, ni altera su ministerio. Al contrario, lo confirma.
Las discrepancias entre los relatos de Mateo y Lucas acerca del nacimiento, las cuales hemos tratado en este estudio reflejan que se trata de tradiciones elaboradas tardíamente, y que se anexaron al relato original.
Por otra parte hay evidencias contundentes de que el Evangelio de Mateo no contenía los actuales capítulos 1 y 2 porque era el único Evangelio aceptado por los ebionitas, y ellos no creían en el nacimiento virginal (ni ninguno de los nazarenos, pues esa creencia fue introducida a través de los gentiles). De esto dan testimonio también Eusebio, Papías (quien llegó a leer el Evangelio de Mateo original y comentarlo) y otros historiadores.
Dicho esto, volvamos a considerar los relatos que nos han llegado en los Evangelios que tenemos ahora como “oficiales”. Considerando válida la genealogía presentada por Mateo, ¿qué impediría que Yeshua fuera el Mesías si Yosef fuera el padre carnal? Nada. ¿Y qué impediría que Yeshua fuera el Mesías si Yosef no fuera el padre carnal, ni ningún otro hombre? Lo impediría que no sería hijo de David!
Establezcamos primeramente el concepto de virginidad femenina según el judaísmo, puesto que los escritores del Evangelio eran Judíos y es necesario comprender lo que ellos transmitieron de acuerdo a su pensamiento como tales.
El judaísmo antiguo no tiene objeciones en cuanto a que pueda ocurrir un nacimiento virginal (y el actual tampoco, sólo que por causa del cristianismo es ahora difícil de reconocer). Esto sería considerado un milagro, lo cual está contemplado en la fé judaica. Hasta aquí no hay conflicto, sería aceptable para un Judío admitir que Miryam concibió siendo virgen. El problema reside en que un hombre nacido de esta manera no tendría un padre, y por lo tanto no tendría una herencia. Sería similar al hijo de un prosélito y de una Judía, el cual no pertenece ni a la Tribu ni a la casa del padre de ella, sino que es un Judío sin Tribu. En el caso de Yeshua, no podría ser considerado hijo de David, ni heredero al trono de David (por entonces ya habría muchos descendientes directos de Salomón con ese derecho).
Por lo tanto, es el mismo cristianismo con su teología del nacimiento virginal que descalifica a Yeshua como Mesías.
Entonces cabe preguntarnos si el autor de los dos primeros capítulos de Mateo no sabía estas cosas: Si era Judío sí las sabía, si era Griego, probablemente no. Admitiendo la primera posibilidad, sigamos investigando acerca del concepto de virginidad femenina según el judaísmo.
Existe otra interpretación, la cual es mística, y se refiere a la virginidad como estado espiritual. Es el caso de Rivkah, mujer de Yitzhak y madre de Yakov y Esav, que es considerada perpetuamente virgen. Lógicamente, este estado de virginidad no tiene relación con la realidad física, sino que está dentro de la esfera espiritual de la persona.
Podríamos considerar que el escritor está usando un lenguaje místico, asumiendo que su audiencia entendería, así como el uso metafórico de una profecía que no tiene relación con el hecho en particular, sino que es citada con fines puramente ilustrativos. Sin embargo, otros detalles del relato descartan esta opción.
Después de presentar una genealogía que acredita a Yeshua como descendiente de David, no tiene sentido que el mismo autor la descalifique, afirmando que en realidad no era hijo de Yosef. Por lo tanto, si alguna parte de los capítulos 1 y 2 de Mateo pertenece al texto original, ésta sólo sería la genealogía (1:1-17), que puede, a pesar de algunas omisiones, ser considerada aceptable. El resto (desde 1:18 hasta 2:23) definitivamente es un agregado tardío a la traducción griega, puesto que además de enfatizar el nacimiento virginal presenta discordancias cronológicas, el relato de los magos, y la huída a Egipto –otro detalle que influye sobre el concepto de sacrificio expiatorio– (ver: Aqedat Yitzhak).
Yohanan 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
No puede el Espíritu engendrar carne. La idea del nacimiento virginal surgió del paganismo y de una de las tantas falsas creencias que desarrolló el cristianismo, que es la del pecado original, un concepto que no se encuentra en la Biblia ni tiene fundamento. En muchas tradiciones de los pueblos gentiles existían los dioses que se unían a vírgenes para engendrar semidioses.
Por lo tanto, los cristianos deben decidir entonces: o aceptar que Yosef era realmente su padre carnal, y así Yeshua sería hijo de David y Mesías, o bien si Yosef no era su padre carnal, ni ningún otro descendiente directo de David, Yeshua no puede ser el Mesías.
En cuanto a la esperanza de los Judíos, de que tiene que venir el Mesías, no hay manera de comprobar que alguien sea descendiente directo de David por línea paterna sin interrupción.
El “Hijo” en el TaNaJ
En esta nota tratamos solamente exégesis y no teología, y nos referimos al estudio de las Escrituras en su texto original, considerando no sólo los términos sino también el contexto, para poder tener una visión equilibrada e imparcial de lo que leemos. Hemos visto que en muchos casos las traducciones son inexactas, en parte debido a la predisposición de los traductores a favorecer una interpretación sobre otras en base a sus propias convicciones teológicas, como en el caso de este tema: el “Hijo” de Elohim en el TaNaJ –que no es “Elohim Hijo” según el texto–, su identidad, y también como el primogénito. Más allá de lo que cada uno pueda creer personalmente, nos limitaremos a lo que está escrito.
Antes de entrar en este argumento, es necesario tener en cuenta los idiomas en que fue escrito el TaNaJ, y los periodos que corresponden a las diferentes lenguas. La lengua principal es sin duda el hebreo, y sólo en un periodo tardío, a saber, desde el exilio en Babilonia, se incorporan términos arameos. La primera palabra en arameo que encontramos en el texto original de la Biblia está en Génesis 31:47, “Yegar-sahadutha”, porque es el nombre que le dió Lavan el arameo al lugar donde hizo un pacto con Yakov, que le dió el mismo nombre en hebreo, “Gal’ed”, por lo tanto constituye una excepción en el texto de la Torah, al referirse a un nombre propio dado por un extranjero (como ocurre también en el caso de Yosef, a quien se le dá un nombre egipcio, y se cita textualmente la palabra en lengua egipcia). Estos son casos específicos que justifican la introducción de una palabra en otro idioma dentro del texto hebreo, de la misma manera que en un texto en castellano citaríamos una localidad de los Estados Unidos o una persona de ese país por su nombre en inglés y no lo traduciremos.
El segundo caso en que encontramos el arameo en un texto anterior al exilio de Judá es en Jeremías 10:11, porque habla de los dioses paganos, y usa el término “dioses” en arameo (elaha) para no confundirlos con “Elohim”, que sería en hebreo la misma palabra, y usa el verbo en plural (“no hicieron” y “perecerán”). Aquí también se justifica el uso del arameo por el motivo de enfatizar que esos “dioses” no son Elohim. Además de ésto, también se debe a que el mensaje es dirigido a la Casa de Israel (1:1), la cual ya estaba en exilio en Asiria.
Los demás textos arameos, los encontramos en los Escritos (Ketuvim), del periodo del exilio en Babilonia y posterior al mismo. Estos son:
• Daniel, a partir de la segunda parte de 2:4, cuando el texto hebreo con el cual inicia el Libro termina con la frase “Entonces hablaron los Caldeos al rey en lengua aramea:” y efectivamente, a partir de ese momento, el texto continúa en arameo, comenzando con la frase “Rey, para siempre vive: di el sueño a tus siervos, y mostraremos la declaración”, y sigue en arameo hasta el final del capítulo 7, es decir, hasta 7:28. Luego, el resto del libro es de nuevo en hebreo.
• Esdras, en dos ocasiones: 4:8–6:18 y 7:12–26, en ambos casos son citas textuales de cartas enviadas de los ministros persas al rey y del rey de Persia a los gobernadores, por lo cual fueron escritas en la lengua oficial del imperio. Aparte de estos pasajes, no hay palabras arameas en el TaNaJ, excepto que sean nombres propios.
Esta aclaración sobre los idiomas es necesaria para no confundir vocablos que existen en hebreo y en arameo que son morfológicamente iguales pero que tienen significado distinto, como sucede también en otras lenguas del mismo grupo – por ejemplo, el castellano y el italiano, tienen términos iguales con significado diferente, y sería absurdo interpretar una palabra en italiano dentro de un texto en castellano y viceversa. Si en un texto en castellano aparece, por ejemplo, la palabra “piano”, sabemos que se está hablando de un instrumento musical, y no lo interpretaremos como un plano o un piso de un edificio, que es lo que esa misma palabra significa en italiano (además del instrumento musical), o si encontramos la palabra “camino”, no la interpretaremos como chimenea, que es su significado en italiano.
Ahora bien, para la palabra “hijo” tenemos una equivalente en hebreo, que es “ben”, y otra en arameo, que es “bar”. También “bar” es una palabra hebrea, pero tiene significados totalmente diferentes a la misma palabra en arameo. Veamos primero cuando en el TaNaJ HaShem habla de Su hijo, a quién se refiere y qué término usa:Éxodo 4:22 Y dirás a Faraón: YHVH ha dicho así: Israel es mi hijo [ben], mi primogénito. 23 Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo [ben], para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir: he aquí yo voy a matar a tu hijo [ben], tu primogénito.
Oseas 11:1 Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo [ben].
Jeremías 31:9 Porque soy a Israel por Padre, y Efraim es mi primogénito.Éstas son los únicos pasajes, además del que veremos en seguida, en que Elohim habla de “Su hijo” y de “Su primogénito”, y en todos los casos se refiere al pueblo de Israel. También en todos los casos se usa la palabra hebrea “ben”.
En el Libro de Daniel, como ya se ha dicho, la sección comprendida entre 2:4b y 7:28 está escrita en arameo, mientras que todo el resto del libro, es decir, de 1:1 a 2:4a y desde 8:1 hasta el final, en hebreo. En coherencia con esto, encontraremos la expresión “hijo de hombre” en las dos secciones: en 7:13 es “bar enash”, porque corresponde al contexto en arameo, mientras que en 8:17 es “ben adam”, porque el contexto es en hebreo. Asimismo en 10:16, en plural, “b’ney adam”, porque está en la sección escrita en hebreo. Es decir, aún en un libro en el cual se usan ambos idiomas, cada palabra está en la lengua de su contexto y no se mezclan términos de una lengua a la otra.
En cuanto a la palabra “bar” hebrea, la encontraremos pocas veces, y con los siguientes significados:
• “bar” es trigo, grano: Génesis 41:35; 41:49; 42:3; 42:25; 45:23; Salmos 65:13; 72:16; Proverbios 11:26; Joel 2:24; Amós 5:11; 8:5-6.
• “bar” es limpio, puro, amable, pureza, limpieza en Proverbios 14:4.
Aparte de estos pasajes citados arriba, también encontramos ambas palabras, “ben” y “bar” en el Salmo 2, obviamente, con significados diferentes. Y es en este Salmo donde los traductores han arbitrariamente usado el significado arameo para una sola palabra dentro de un texto enteramente hebreo. Aquí presento una traducción literal del Salmo 2:Salmo 2:1 ¿Por qué las naciones [goyim] se alborotan? y ¿por qué los pueblos [le'umim] murmuran en vano? 2 Los reyes de la tierra se levantan, y príncipes consultarán unidos contra YHVH, y contra Su ungido [mashiaj]: 3 'Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas'. 4 El que mora en los cielos se reirá, YHVH se burlará de ellos. 5 Luego les hablará a ellos en su furor, y les asustará en su profunda ira: 6 "En verdad Yo he establecido Mi rey sobre Sion, monte de Mi santidad" 7 Yo publicaré el decreto: YHVH me dijo: 'Tú eres Mi hijo [ben], Yo te he engendrado hoy. 8 Pídeme, y te daré las naciones por tu heredad, y los extremos de la tierra por posesión tuya'. 9 Tú las quebrantarás con vara de hierro, y las harás pedazos como vasija de alfarero. 10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; sed amonestados, oh jueces de la tierra. 11 Servid a YHVH con temor, y alegraos con temblor. 12 rendid homenaje en pureza [bar], para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando de pronto Su ira se encienda. Bienaventurados todos los que en Él esperan.
Encontramos en este Salmo el término “ungido”, el cual es “mashíaj” (mesías) y que no es objeto de este estudio, sólo acotar que es el título que generalmente se usa para el rey de Judá o de Israel (1Samuel 2:35; 12:3,5; 16:6; 24:6,10; 26:9,11,16,23; 2Samuel 1:14,16; 19:21; 22:51; 23:1; Salmos 132:10,17; etc.) e incluso se lo usa para un rey gentil (Isaías 45:1), por lo cual sería de interés profundizar en otro momento, a quién se refiere en este Salmo.
Por el contexto del mismo, es claro que es un Salmo dirigido a los gentiles (goyim y le’umim), a los cuales amonesta a renunciar a sus intenciones de destruir a Israel para no provocar la ira de HaShem. Porque, recordemos, HaShem es el Padre de Israel, e Israel es Su hijo.
En la primera parte (1-3) expone las conspiraciones de los reyes gentiles, que se unen contra el Elohim de Israel y contra Su ungido. En la segunda parte (4-6) HaShem se ríe de ellos, y les enseña que Él ha establecido Su soberanía sobre el Monte Sion, es decir, Jerusalem. En la tercera parte (7-12) es el Hijo que habla –y sabemos que es Israel quien tiene este título en el TaNaJ– diciendo en primer lugar que HaShem lo engendró y le prometió reinar sobre todos los gentiles, y luego exhorta a los reyes de la Tierra a servir a HaShem para que Él no se enoje y no los destruya (Elohim, no el “hijo”).
Si bien el sentido del Salmo es muy claro, y su exégesis no debería presentar dificultad alguna, muchos traductores pasaron por alto toda regla exegética y lógica, y forzaron la traducción en base a la palabra “bar” que encontramos en el último pasaje del Salmo. Efectivamente, en el verso 12, el texto hebreo dice: “nashqu-bar” (נשׁקו־בר), ambos términos unidos por un guión, lo cual indica que “bar” no es un objeto directo del verbo, sino parte del mismo. Literalmente, “nashqu” en forma aislada significa “besad”, pero en este caso está unido a “bar”, que es “pureza”, lo cual le da un sentido aún más profundo al verbo, y significa “rendir homenaje”, “honrar con limpieza de corazón”. No existe la palabra “hijo” en ninguna manera en este verso. El término es hebreo, como todo el Salmo, y está ligado a un verbo hebreo al cual modifica, no es objeto de la acción verbal, sino por el contrario, modifica a la acción verbal.
Pero alguien podría objetar que “bar” también se encuentra en el TaNaJ con el significado de “hijo” y en párrafos escritos en hebreo. Es verdad, por eso veremos en qué ocasiones esto ocurre:
• En Esdras 5:1,2 “Zejaryah bar-Iddo”, “Zerubavel bar-Shealthiel”, y 6:14 “Zejaryah bar-Iddo”. Como vemos, se trata de nombres propios, de Judíos nacidos en Babilonia y por lo tanto, con nombres caldeos (arameos), y en este caso “bar” es parte del patronímico, como actualmente un Judío ruso cuyo padre se llama Avram usará como segundo nombre Avramovich, o si su padre es Aaron su segundo nombre será Aaronovich, en el caso de los Judíos de Babilonia, el prefijo “bar-” equivale al sufijo “-ovich” de los Judíos rusos.
• En Proverbios 31:2 “hijo mío” (bari), “hijo de mi vientre” (bar-betni), “hijo de mis deseos” (bar-nedri). Este último capítulo de Proverbios pertenece al periodo post-exílico, ya que los Proverbios escritos por Salomón cubren los capítulos 1-24, luego otros proverbios de Salomón fueron recopilados en tiempos de Hizkiyahu, Rey de Judá (25:1), y por último se agregaron los de Agur, que forman el capítulo 30, y finalmente estos, el 31 y último capítulo, evidentemente posteriores al reinado de Ezekías y ya en periodo en que el arameo se comienza a introducir en el lenguaje de los Israelitas. Sin embargo, aquí también encontramos a “bar” como complemento y no aisladamente: en todos los casos, tanto en Esdras como en Proverbios, “bar” no se puede traducir simplemente como “hijo” sino como “hijo de”.
Por lo tanto, traducir “bar” como “hijo” en el Salmo 2:12 es impropio y contrario a toda regla lingüística, además de ser anacrónico y descontextualizado. Para que “bar” en el texto del Salmo pudiera ser objeto del verbo, sería necesario agregar la preposición “et” (את), es decir, “a”, y el artículo “ha” (ה) entre el verbo y el objeto directo. Definitivamente, para traducir “besad al hijo” debería decir “nashqu et ha-ben”, pero jamás “nashqu-bar” como está escrito.
Esta es la exégesis del texto hebreo del Salmo 2. Obviamente, la teología cristiana lo interpreta de otra manera, en base a una traducción errónea hecha por traductores cristianos, que en este caso, tuvieron poca pericia en verificar el texto y livianamente dieron significado arameo a una palabra hebrea, ignorando las reglas gramaticales, descontextualizándola y forzando una traducción que no corresponde.
¿Son necesarios los sacrificios para el perdón de pecados?
Una de las doctrinas del cristianismo –con aparente fundamento bíblico, que no es tal– es que Elohim puede perdonar pecados solamente a través del derramamiento de sangre. Esta creencia se basa prácticamente en un solo versículo:
Hebreos 9:22 Y casi todo es purificado según la Ley con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Fundar una doctrina sobre un solo versículo es insostenible, pero aún si fuera válido para establecer un axioma tan categórico, este pasaje que hemos citado no sustenta tal afirmación. En principio, no dice que «todo» es purificado con sangre, sino «casi todo». ¿A qué se refiere este «casi todo»? ¿A los pecados, o también a otras cosas?
Obviamente, el autor de la Epístola a los Hebreos sabía que sus destinatarios ya conocían el asunto del cual estaba hablando, y no tenía necesidad de darles mayores explicaciones. El problema es de los gentiles que no conociendo las reglas concernientes a los sacrificios según la Ley, tampoco saben interpretar lo que el escritor de la carta está diciendo. Tratemos de analizarla a la luz de las Escrituras. El autor habla de «casi todo», y en general se refiere a varias cosas que se debían redimir en el Templo –como cuando nacía un hijo, por ejemplo (Lucas 2:22-24), lo cual no es un pecado– y entre estas cosas una determinada categoría de pecados, los involuntarios, y ningún otro. Asimismo, como veremos, estos pecados también podían ser redimidos sin sacrificio de sangre.
Por otra parte, el mismo autor nos dice que de poco serviría esa redención obtenida a través del derramamiento de sangre:
Hebreos 10:26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por el pecado.
Es decir, que el sacrificio de sangre es insuficiente para todos los pecados. Pero veamos ahora lo que estableció la Ley, y cómo y en qué circunstancias se aplica.
Levítico 17:5 A fin de que traigan los hijos de Israel sus sacrificios, los que sacrifican sobre la haz del campo, para que los traigan a YHVH a la puerta del tabernáculo del testimonio al kohen, y sacrifiquen ellos ofrendas de paz a YHVH.
“Shelamim”, las ofrendas de paz, eran de alabanza, en cumplimiento de algún voto o voluntarias; eran sacrificios de alianza, no de redención de pecados.
Levítico 17:8 Les dirás también: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio, 9 Y no lo trajere a la puerta del tabernáculo del testimonio, para hacerlo a YHVH, el tal varón será igualmente cortado de sus pueblos. 10 Y cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y le cortaré de entre su pueblo. 11 Porque la vida de la carne en la sangre está: y yo os la he dado para expiar vuestras personas sobre el altar: por lo cual la misma sangre expiará la persona. 12 Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que peregrina entre vosotros comerá sangre. 13 Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre ellos, que cogiere caza de animal o de ave que sea de comer, derramará su sangre y cubrirála con tierra: 14 Porque el alma de toda carne, su vida, está en su sangre: por tanto he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado.
Este pasaje habla específicamente de la prohibición de consumir sangre, porque es destinada a los sacrificios, también a los de expiación, pero en ningún momento explica qué tipo de expiación, ni mucho menos que sea el único método de expiación.
Veamos entonces para qué tipo de pecados estos sacrificios servían de expiación:
Levítico 4:2 Habla a los hijos de Israel, diciendo: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos de YHVH sobre cosas que no se han de hacer, y obrare contra alguno de ellos; 3 Si kohen ungido pecare según el pecado del pueblo, ofrecerá a YHVH, por su pecado que habrá cometido, un becerro sin tacha para expiación. 13 Y si toda la congregación de Israel hubiere errado, y el negocio estuviere oculto a los ojos del pueblo, y hubieren hecho algo contra alguno de los mandamientos de YHVH en cosas que no se han de hacer, y fueren culpables; 14 Luego que fuere entendido el pecado sobre que delinquieron, la congregación ofrecerá un becerro por expiación, y lo traerán delante del tabernáculo del testimonio. 22 Y cuando pecare el príncipe, e hiciere por yerro algo contra alguno de todos los mandamientos de YHVH su Elohim, sobre cosas que no se han de hacer, y pecare; 23 Luego que le fuere conocido su pecado en que ha delinquido, presentará por su ofrenda un macho cabrío sin defecto. 27 Y si alguna persona del común del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos de YHVH en cosas que no se han de hacer, y delinquiere; 28 Luego que le fuere conocido su pecado que cometió, traerá por su ofrenda una hembra de las cabras, una cabra sin defecto, por su pecado que habrá cometido: 32 Y si trajere cordero para su ofrenda por el pecado, hembra sin defecto traerá.
Números 15:24 Será que, si el pecado fué hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo por holocausto, en olor suave a YHVH, con su presente y su libación, conforme a la ley; y un macho cabrío en expiación. 25 Y el kohen hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es: y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a YHVH, y sus expiaciones delante de YHVH, por sus yerros: 26 Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que peregrina entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo. 27 Y si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año por expiación. 28 Y el kohen hará expiación por la persona que habrá pecado por yerro, cuando pecare por yerro delante de YHVH, la reconciliará, y le será perdonado. 29 El natural entre los hijos de Israel, y el peregrino que habitare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo por yerro. 30 Mas la persona que hiciere algo con altiva mano, así el natural como el extranjero, a YHVH injurió; y la tal persona será cortada de en medio de su pueblo. 31 Por cuanto tuvo en poco la palabra de YHVH, y dió por nulo su mandamiento, enteramente será cortada la tal persona: su iniquidad será sobre ella.
Está claro que se refiere sólo a los pecados “por yerro”, o como traduce LBLA, “inadvertidamente”. En hebreo dice “sh’gagah”, o sea, “involuntario”. Sólo esta clase de pecados se cubría con sacrificio de sangre, ningún otro. Y no era la única manera de redimirlos:
Levítico 5:7 Y si no le alcanzare para un cordero, traerá en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas o dos palominos a YHVH; el uno para expiación, y el otro para holocausto. 11 Mas si su posibilidad no alcanzare para dos tórtolas, o dos palominos, el que pecó traerá por su ofrenda la décima parte de un epha de flor de harina por expiación. No pondrá sobre ella aceite, ni sobre ella pondrá incienso, porque es expiación. 12 Traerála, pues, al kohen, y el kohen tomará de ella su puño lleno, en memoria suya, y la hará arder en el altar sobre las ofrendas encendidas a YHVH: es expiación.
En el caso en que la persona no tuviera la posibilidad de ofrecer un sacrificio de sangre, éste podía ser reemplazado por uno vegetal. Por lo tanto, el derramamiento de sangre no es esencial para el perdón de pecados!
En otra ocasión, también fueron aceptables ofrendas en metal, es decir, en dinero:
Números 31:50 Por tanto, hemos traído a YHVH, como ofrenda, lo que cada hombre ha hallado: objetos de oro, pulseras, brazaletes, anillos, pendientes y collares, para hacer expiación por nosotros ante el Señor. 51 Y Moisés y el kohen Eleazar recibieron de ellos el oro y toda clase de objetos labrados.
Entonces, el sacrificio de sangre sólo se ofrecía por los pecados involuntarios (Levítico 4:2,13,22, 27; 5:15, 17,18; Números 15:24,27). También se ofrecía para consagrar a los kohanim (Éxodo 29:1).
La Torah ofrece una variedad de posibilidades para la expiación de los pecados, pero fundamentalmente lo esencial es la “teshuvah” (arrepentimiento) y la oración. También veremos los pasajes bíblicos que apoyan esta afirmación, pero antes veamos varios ejemplos de personas que jamás ofrecieron ningún sacrificio de sangre y fueron redimidos igualmente:
• David
El Rey David nunca ofreció un sacrificio por expiación. Todos sus holocaustos fueron ofrendas de paz. Ni aún después de haber pecado con Batsheva y contra Urías, ofreció sacrificio alguno.
2Samuel 12:13 Entonces dijo David a Nathán: Pequé contra YHVH. Y Nathán dijo a David: También YHVH ha remitido tu pecado: no morirás.
David no ofreció ningún sacrificio por su pecado, sin embargo, Elohim lo perdonó sólo porque mostró arrepentimiento. Tampoco existía un sacrificio de expiación por el adulterio, sino que era penado con la muerte (Levítico 20:10). Después de este hecho, David escribió el Salmo 51, que también dice:
Salmo 51:16 Porque no quieres tú sacrificio, que yo daría; No quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Elohim son el espíritu quebrantado: Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Elohim.
• El Reino de Israel
Cuando las Tribus de la Casa de Israel se separaron de Judá y formaron el Reino de Israel, los Israelitas dejaron de subir a Jerusalem y por consiguiente todo el sistema sacrificial en el Templo quedó abolido para ellos.
1Reyes 12:26 Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, 27 Si este pueblo subiere a sacrificar a la casa de YHVH en Jerusalem: porque el corazón de este pueblo se convertirá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a mí, y se tornarán a Roboam rey de Judá.
El culto instaurado en el Reino de Israel no era conforme a la Torah, y técnicamente era una nación gentil… pero ¿No había justos entre ellos? ¿No había redimidos? Sí, y muchos, entre ellos los Profetas.
• Elías y Eliseo
Los dos más grandes Profetas de Israel fueron Elías y Eliseo. Ninguno de ellos jamás hizo un solo sacrificio por el pecado, ni subieron a Jerusalem! El único sacrificio que hizo el Profeta Elías no fue de expiación (que además estaba prohibido hacerlo fuera del Templo) sino para demostrar quién es YHVH, el verdadero Elohim (1Reyes 18:1-40). ¿Cómo hizo entonces Elías, para ser elevado al cielo, sin haber jamás hecho un sacrificio de sangre por sus pecados? ¿Y cómo hizo Eliseo para ser Profeta del Altísimo, sin expiar sus pecados por sacrificio de sangre? Obviamente, porque el sacrificio de sangre no es indispensable para el perdón de los pecados. Y además de estos dos grandes Profetas, ¿hubo otros justos?
• Los 7000 Israelitas
1Reyes 19:18 Y yo haré que queden en Israel siete mil; todas rodillas que no se encorvaron a Baal, y bocas todas que no lo besaron.
Elías pensaba que había quedado solo en todo el Reino de Israel. Elohim le hace saber que había otros 7000 justos. ¿Cuál era su justicia? Que no se habían plegado a la idolatría, que seguían adorando a YHVH… pero NO hacían algún sacrificio, ni subían a Jerusalem.
Y había más, esos 7000 sólo en el tiempo de Elías. También el Profeta Jonás, que fue posterior, era de Israel y por lo tanto no iba a Jerusalem a ofrecer sacrificios. Hizo algo mucho más importante.
• El pueblo de Nínive
Yona 3:5 Y los hombres de Nínive creyeron a Elohim, y pregonaron ayuno, y vistiéronse de sacos desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos. 6 Y llegó el negocio hasta el rey de Nínive, y levantóse de su silla, y echó de sí su vestido, y cubrióse de saco, y se sentó sobre ceniza. 7 E hizo pregonar y anunciar en Nínive, por mandado del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna, no se les dé alimento, ni beban agua: 8 Y que se cubran de saco los hombres y los animales, y clamen a Elohim fuertemente: y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que está en sus manos. 9 ¿Quién sabe si se volverá y arrepentirá Elohim, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos? 10 Y vió Elohim lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino: y arrepintióse del mal que había dicho les había de hacer, y no lo hizo.
Alguien sin conocimiento dijo que los Asirios no tuvieron necesidad de observar la Torah para ser justificados. Por supuesto, eran gentiles! Pero tampoco tuvieron necesidad de hacer ningún sacrificio. ¿Y qué hicieron para ser perdonados? Lo mismo que hace todo Judío en Yom Kippur: arrepentimiento, ayuno y oración, nada más! Y HaShem les perdonó.
Esto sucedió durante el reinado de Adad-Nirari III. Los Asirios tenían conocimiento de las leyes de Elohim, sus códigos de leyes tenían mucha semejanza con la Torah en cuanto a justicia. Esta nación recibió promesa de restauración:
Isaías 19:23 En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y Asirios entrarán en Egipto, y Egipcios en Asiria; y los Egipcios servirán con los Asirios a YHVH. 24 En aquel tiempo, Israel será tercero con Egipto y con Asiria; será bendición en medio de la tierra; 25 Porque YHVH de los ejércitos los bendecirá, diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el Asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Aún habiéndose apartado de Elohim y adoptado prácticas de idolatría, no era este el motivo por el cual la nación sería destruida, sino que el pecado principal de ellos fue la violencia. Asiria estaba construyendo lo que después llegó a ser la máquina militar más formidable e implacable de la Antigüedad, y tras la predicación de Jonás hubo un periodo de moderación –algunas fuentes indican que durante el reinado de Adad-Nirari III hubo un despertar monoteísta– y la carrera desenfrenada de conquista militar se detuvo por medio siglo, hasta que Tiglat-Pileser III volvió a emprender la expansión del Imperio con gran éxito y comenzó las primeras deportaciones de Israelitas a Asiria.
Entonces, acerca del argumento que nos concierne, no hubo necesidad de ningún sacrificio de sangre para que Elohim perdonara a una entera nación gentil, sólo fue necesario lo que los Asirios hicieron, a saber:
- creyeron a Elohim
- ayunaron
- se vistieron de duelo
- se convirtieron de su mal camino
En síntesis, la actitud que obtuvo el perdón fue la “teshuvah”, el arrepentimiento, y no el sacrificio de sangre.
• Los Judíos en Babilonia
Los Judíos en Babilonia ya no podían ofrecer ningún tipo de sacrificios porque no tenían Templo y porque estaban en el exilio. En el exilio se acordarían de su Elohim y se volverían a Él, y Él les perdonaría, sin ofrecer sacrificio alguno.
Jeremías 29:10 Porque así dijo YHVH: Cuando en Babilonia se cumplieren los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para tornaros a este lugar. 11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice YHVH, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 12 Entonces me invocaréis, e iréis y oraréis a mí, y yo os oiré: 13 Y me buscaréis y hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. 14 Y seré hallado de vosotros, dice YHVH, y tornaré vuestra cautividad, y os juntaré de todas las gentes, y de todos los lugares adonde os arrojé, dice YHVH; y os haré volver al lugar de donde os hice ser llevados.
Ya se había establecido, cuando fue inaugurado el Templo en Jerusalem, lo siguiente:
1Reyes 8:38 Toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga de su corazón, y extendiere sus manos a esta casa; 39 Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, y perdonarás, y obrarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces; (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres;) 46 Si hubieren pecado contra ti, (porque no hay hombre que no peque) y tú estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautiven y lleven a tierra enemiga, sea lejos o cerca, 47 Y ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad; 48 Y si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti hacia su tierra, que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste y la casa que yo he edificado a tu nombre; 49 Tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, su oración y su súplica, y les harás derecho; 50 Y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus infracciones con que se habrán contra ti rebelado; y harás que hayan de ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos: 51 Porque ellos son tu pueblo y tu heredad, que tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.
Y antes también la Torah estableció esto mismo:
Deuteronomio 4:27 Y YHVH os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las gentes a las cuales os llevará YHVH: 29 Mas si desde allí buscares a YHVH tu Elohim, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma. 30 Cuando estuviereis en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a YHVH tu Elohim, y oyeres su voz; 31 Porque Elohim misericordioso es YHVH tu Elohim; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto de tus padres que les juró.
Como podemos comprobar, Elohim sólo requiere arrepentimiento, no sacrificios, para perdonar. Entre los cautivos de Judá en Babilonia había Profetas, por ejemplo:
• Ezequiel y Daniel
Ambos murieron en el exilio, nunca pudieron regresar, ni ofrecer ningún sacrificio. ¿Cómo fueron redimidos? Solamente por su consagración a Elohim, nada más.
En realidad el sistema sacrificial así como había sido instituido por Moisés no cesó con la destrucción del segundo Templo, sino con la del primero. En el segundo Templo los sacrificios tenían un valor más simbólico y menos vinculante. De todas maneras, las Escrituras explican claramente que el sacrificio de sangre no es indispensable para obtener el perdón de los pecados, sino el arrepentimiento, la “teshuvah”, la conversión, la decisión sincera de cambiar de actitud. Para concluir, daremos algunas otras citas bíblicas que respaldan esta verdad:
2Crónicas 7:14 Si se humillare mi pueblo, sobre los cuales mi Nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
1Samuel 15:22 Y Samuel dijo: ¿Tiene YHVH tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer a las palabras de YHVH? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de los carneros:
Isaías 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a YHVH, el cual tendrá de él misericordia, y al Elohim nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Miqueas 6:6 ¿Con qué prevendré a YHVH, y adoraré al alto Elohim? ¿vendré ante él con holocaustos, con becerros de un año? 7 ¿Agradaráse YHVH de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma? 8 Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pida de ti YHVH: solamente hacer juicio, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Elohim.
El Profeta Oseas también nos dice que la confesión y la alabanza son “becerros” ofrecidos con los labios:
Oseas 14:1 Conviértete, oh Israel, a YHVH tu Elohim: porque por tu pecado has caído. 2 Tomad con vosotros palabras, y convertíos a YHVH, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y daremos becerros de nuestros labios.
Moisés intercedió por el pueblo, cuando Elohim quiso destruirlo, y por su sola intercesión obtuvo el perdón, sin ofrecer sacrificio alguno:
Números 14:19 Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí. 20 Entonces YHVH dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho.
Hay muchos otros pasajes bíblicos que podríamos citar, pero consideramos que con lo expuesto es suficiente para desmentir el axioma del cristianismo sobre la redención exclusivamente a través del derramamiento de sangre. Las Escrituras demuestran lo contrario. Amén!
Los Magos de Oriente
Este relato agregado al Evangelio de Mateo causa no poco embarazo a aquellos que tratan de explicar cómo es posible que astrólogos, disciplina condenada en las Escrituras, hayan sido los primeros que adoraron a Yeshua y lo reconocieron como Rey. Generalmente los apologistas cristianos eluden esta situación desviando la atención hacia otra parte, atribuyendo a este supuesto acontecimiento un carácter profético –que el Mesías sería reconocido por los gentiles– y también tratando de explicar que la palabra “magos” no significa magos sino otra cosa. Antes de entrar en este argumento es necesario conocer algunos aspectos del judaísmo rabínico –el cual surgió en Babilonia– que son esenciales para entender el origen de este relato. Partamos de la aceptación de que se trata de uno de los tantos mitos que se fueron incorporando a la tradición judía a partir del retorno de Babilonia –que es cuando el judaísmo fue definido y comenzó su existencia– y no de un acontecimiento real (enumeraremos las contradicciones más adelante). Por otra parte, el mito es admisible en los Escritos sagrados si tiene como objetivo transmitir un mensaje. Hay muchos más mitos en el Talmud, y también de origen gentil como lo es el relato de los Magos, y en los libros apócrifos y pseudoepigráficos judíos anteriores y posteriores al Nuevo Testamento.
Veamos entonces, a modo de breve introducción, algunos datos importantes. Estudiando atentamente el TaNaJ podemos notar una diferencia entre los Escritos anteriores a la deportación a Babilonia y los que fueron producidos a partir de ese momento: hay varios conceptos nuevos, que no encontramos en la Torah ni en los Profetas anteriores al exilio, así como hay evidentes diferencias entre los Libros de Reyes y Crónicas aún cuando éstos narran en gran parte los mismos hechos. Esto se debe a que, por mucho que no se lo quiera admitir, hay una influencia del zoroastrismo que se introdujo en la formación del judaísmo y posteriormente del cristianismo. Muchos de los conceptos que hoy se consideran puramente judaicos son en realidad extraños a las Escrituras y al carecer de fundamento bíblico se los ha justificado como enseñanzas de la llamada “Torah Oral”, la cual tiene su origen en esta interacción entre los exiliados de Judá en Babilonia y los seguidores de Zardusht –Zarathustra, o Zoroastro–. Por ejemplo, notaremos que en la Torah y los Profetas anteriores poco se mencionan los ángeles y en todos los casos son siempre anónimos, además del misterioso “Ángel de YHVH” y del “Ángel de la muerte”. Es en el Libro de Daniel que por primera vez encontramos ángeles a quienes se les dan nombres (Daniel 8:6; 9:21; 10:13,21; 12:3). Posteriormente, abundan en la literatura judía nombres y categorías de seres celestiales, así como se manifiesta mucho más explícitamente la existencia de ángeles rebeldes, principios del mal y opositores de Elohim –concepto actualmente cristiano, pero originalmente perteneciente al judaísmo hasta los primeros siglos de la era común–. Asimismo la literatura apocalíptica se desarrolló en el periodo del segundo Templo. También las exageraciones en la aplicación de las leyes de la Torah presentes en el judaísmo provienen del zoroastrismo, que tenía preceptos similares pero más estrictos – los que ahora se consideran precisamente “Torah Oral”, porque no están escritos en la Torah y de alguna manera hay que justificarlos. En otra ocasión hablaremos de este argumento, para no apartarnos del tema que nos concierne en este artículo.
Con respecto al significado de la palabra “magos”, es concreto y se refiere a los sacerdotes del culto avéstico –es decir, de Zoroastro– y por extensión, en griego el término se aplicaba en general a los ocultistas, adivinos y charlatanes. Si alguien le atribuye otro significado que no tenga que ver con esto, está inventando – como el traductor de la KJV, que escribió “wise men”… los magos pueden ser sabios o estúpidos, no es relevante, el hecho es que se trataba de magos y no de sabios, y hay que traducir como corresponde.
La religión avéstica tenía gran similitud con el judaísmo místico de los esenios, y muchos conceptos expresados en un lenguaje similar. Siendo que en el zoroastrismo no son necesarios los templos, es verosímil que los exiliados de Judá, al encontrarse sin el Templo, hayan recurrido a buscar una forma de adoración tomándolo como ejemplo, puesto que todas las demás religiones tenían templos.
No hay duda que el relato de los magos de Oriente es coherente con el judaísmo de la época, en cuya literatura los anacronismos (cf. Judit) y elementos mágicos y paganos (cf. Tobit) son frecuentes, y por lo tanto atribuir un origen puramente gentil a esta narración es también erróneo, porque si bien los dos primeros capítulos del Evangelio de Mateo fueron agregados probablemente por copistas gentiles, el relato mismo es de fuente judía.
Dejaremos de lado las especulaciones sobre la estrella, si fue una conjunción planetaria, una supernova o alguna otra señal celeste, puesto que como ya hemos dicho, el relato en sí es un mito y por lo tanto no tiene utilidad determinar la naturaleza del fenómeno astronómico visto por los magos. Tampoco tiene relación alguna con la “profecía” de Números 24:16-17 Oráculo del que escucha las palabras de Elohim, y conoce la sabiduría del Altísimo; del que ve la visión del Todopoderoso, caído, pero con los ojos abiertos. Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca: una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará de Israel... Además no es oportuno referirse a este pasaje como alusivo al Mesías, siendo que fue pronunciado precisamente por un mago, el adivino Bal’am ben-Be’or – el cual también ha sido propuesto como candidato a ser identificado con el mismo Zoroastro en base a algunas de sus características, y tal afinidad genera más especulaciones acerca de la identidad de los magos y su interés en el nacimiento de un Mesías.
Otros elementos que demuestran el carácter legendario del relato son los anacronismos. Hemos visto en otro estudio que el nacimiento de Yeshua no pudo haber ocurrido durante el reinado de Herodes I sino que, tomando en cuenta los datos más precisos en cuanto a fechas que nos da Lucas, ocurrió pocos años después de la muerte de ese Herodes. Por otra parte, Lucas indica claramente que Miryam y Yosef eran habitantes de Nazareth y sólo descendieron a Bethlejem por motivo del censo – aunque el verdadero motivo debía ser la celebración de Sukkot, lo cual también justifica el nacimiento en una sukkah (cabaña rudimentaria construida para celebrar dicha fiesta).
Lucas 1:26-27 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado de Elohim a una ciudad de Galilea, llamada Nazareth, a una virgen desposada con un varón que se llamaba Yosef, de la casa de David: y el nombre de la virgen era Miryam.
Queda establecido claramente que su residencia era en Nazareth de Galilea. Después de haber sido circuncidado a los ocho días (2:21) y haber sido presentado en el Templo una vez cumplida la purificación de Miryam (2:22), la cual debía ser a los 40 días del nacimiento, ellos volvieron a su ciudad, Nazareth, donde vivían y donde Yosef trabajaba. Y cada año iban a Jerusalem a celebrar Pesaj (2:41). En la narración de Mateo la historia es totalmente distinta: los magos encuentran al niño “en su casa” (Mateo 2:11), es decir, Yosef y Miryam serían habitantes de Bethlejem y no de Nazareth, y según la información que tenían los magos, el niño ya tendría cerca de dos años de edad cuando ellos llegaron (2:16). Evidentemente, el relato de los magos no tiene lugar en la realidad de los hechos. Además de esto, produjo una supuesta huída a Egipto, lo cual implica la violación de un precepto: toda ofrenda destinada a ser sacrificada para el Eterno, sea persona, animal o vegetal, no puede salir de la Tierra de Israel (ver Aqedat Yitzhak).
En conclusión, es razonable aceptar que se trata de un agregado de carácter legendario y que no pertenece al Evangelio original. Esto no va en detrimento de la fe, ni los cristianos perderán la salvación por dejar de creer en los reyes magos.
Lucas era Judío
En general los cristianos creen que Lucas era gentil, porque así les fue erróneamente enseñado. Las evidencias bíblicas demuestran que Lucas era Judío, y muy probablemente Levita, o incluso un saduceo. Los argumentos para sostener la teoría de que fuera un gentil son inconsistentes, como veremos a continuación.
• Colosenses 4:10-11 “Aristarco, mi compañero de prisión, os envía saludos; también Marcos, el primo de Barnabas, acerca del cual recibisteis instrucciones: si va a vosotros, recibidle bien; y Yeshua, llamado Justo, estos son de la circuncisión, los únicos colaboradores en el reino de Elohim y me han sido consuelo”. Este es el principal pasaje que citan aquellos que postulan la teoría de que Lucas fuese gentil, porque es nombrado sólo más adelante, en 4:14, y no entre estos tres que son “de la circuncisión”. Este argumento es falaz puesto que estos tres también son mencionados como “únicos colaboradores en el reino de Elohim”, lo cual indica que Lucas no lo era. Entre los acompañantes de Shaul había Judíos y gentiles, había colaboradores en “el reino” –es decir, en la obra de predicación– y otros que cumplían otras funciones (1Corintios 12:13-22). No encontramos en ningún pasaje de la Biblia a Lucas como activo en la predicación. Él era el cronista y el médico personal de Shaul, no su auxiliar en el ministerio pastoral.
También el término “de la circuncisión” es ambiguo: así como puede referirse a los Judíos, es más probable que tenga que ver con una de las dos posturas existentes en ese tiempo: los que sostenían que los gentiles debían circuncidarse –los Apóstoles de Jerusalem entre ellos– y los que no, como el mismo Shaul, y esta acotación podría dar a entender que aún entre los colaboradores de Shaul había algunos que pertenecían a la otra corriente y sin embargo estaban con él. De hecho, es inusual que se usara el término “de la circuncisión” como sinónimo de Judío.
• El nombre Lucas es griego: este argumento es aún más insignificante, puesto que también Aristarco y Marcos, que eran “de la circuncisión” son nombres griegos; dos de los doce Apóstoles, Andreas y Filippos también son llamados por nombres griegos, y de los siete diáconos mencionados en Hechos 6:5, a saber, Esteban (Stefanos), Felipe (Filippos), Prócoros, Nicanor, Timón, Parmenas, y Nicolaos, sólo este último era un prosélito, los demás eran Judíos y todos tenían nombre griego. Era usual que los Judíos usaran dos nombres, uno hebreo y otro gentil, como el mismo Shaul, cuando se presentaba ante los gentiles era llamado Paulos.
• Era un excelente escritor en lengua griega: Esto no impide que haya sido Judío. Era un médico, una persona de cultura, por lo cual había tenido acceso a altos estudios.
No hay otros fundamentos aducidos por los que sostienen la teoría de que Lucas fuera gentil, y además consideremos que esto contradice a la declaración misma de Shaul en su Carta a los Romanos 3:1-2 “¿Cuál es, entonces, la ventaja del judío? ¿O cuál el beneficio de la circuncisión? Grande, en todo sentido. Lo primero ciertamente, que la Palabra de Elohim les ha sido confiada”. Es decir, Shaul reconoce que la Palabra ha sido confiada solamente a los Judíos.
Pasemos ahora a las evidencias de que Lucas era Judío:
• Lucas era el encargado de registrar los acontecimientos que sucedieron a Shaul en sus viajes, y muchas veces lo acompañó a Jerusalem, como el mismo Lucas relata en primera persona. En el último viaje de Shaul a esta ciudad, fue acusado por los Judíos de haber introducido gentiles en el Templo, lo cual era un crimen gravísimo, a causa de que Shaul había sido visto en la ciudad con Trófimo, que era Griego – “Porque antes habían visto con él en la ciudad á Trófimo, Efesio, al cual pensaban que Pablo había metido en el Templo” (Hechos 21:29). Lucas ya había sido visto muchas veces con Shaul, y sin embargo no suscitó algún escándalo para los Judíos. Lucas también conocía detalles del Templo, como demuestra en su Evangelio, lo cual indica que sí tenía acceso al mismo. Por lo tanto, Lucas definitivamente era Judío.
• Lucas en su Evangelio describe el orden de rotación de los kohanim conforme a sus familias (Lucas 1:8-23), cosa que sólo un Levita podía conocer en detalle, y no estaba absolutamente al alcance de los gentiles saber estos particulares. No existía la posibilidad de investigar como observador externo.
• El Evangelio de Lucas contiene fuertes indicios de haber sido dirigido a un saduceo, y el destinatario Teófilo puede ser identificado con el último Kohen Gadol, Matatías ben-Teófilo, que fue destituido al inicio de la Primera Guerra Judía, en el año 66 EC. Lucas mismo podría haber sido un saduceo, puesto que los saduceos eran económicamente pudientes y podían permitirse altos estudios, y eran también favorables al helenismo, por lo cual sería un excelente mediador cultural como compañero de Shaul aún sin ser parte del ministerio.
Por último, podemos mencionar a título marginal que en el códice Bezae Cantabrigiensis (una de las ediciones más antiguas de la Biblia de que se dispone en la actualidad) traduce Hechos 13:14 como sigue: “Y habiendo entrado en la sinagoga, la nuestra, en día de precepto sabático, se sentaron”, dando a entender que esa era la sinagoga a la cual Lucas pertenecía.
¿Quién cometió estos errores?
Hemos dicho apenas que Lucas era Judío y lo hemos demostrado. Ahora bien, un Judío podría decirnos lo contrario, porque hay errores evidentes ya sea en su Evangelio como en el Libro de los Hechos, errores que un Judío no podía haber cometido. No olvidemos que los textos del Nuevo Testamento que nos han llegado son traducciones y en algunos pasajes revisiones e interpolaciones de copistas gentiles. Así como los dos primeros capítulos de Mateo son evidentemente un agregado posterior, hay también pasajes en Lucas que han sido añadidos por copistas cristianos gentiles. Si por una parte hay errores que un Judío no podría haber cometido, por otra parte hay detalles que un gentil no podría haber sabido.
En cuanto al Evangelio, sabemos que originalmente había un texto hebreo del cual surgieron los sinópticos, y que los relatos del nacimiento de Yeshua no pertenecen al mismo, sino que fueron agregados mucho tiempo después. Si fue Lucas quien introdujo en el Evangelio que lleva su nombre algunas secuencias relativas a los nacimientos de Yeshua y Yohanan, hay otras que provienen de algún copista posterior.
Veremos a continuación los pasajes que suscitan perplejidad y trataremos de explicar lo que plausiblemente sucedió.
• En Lucas 1:27 dice “una virgen desposada”, y en 2:5 dice “su mujer, desposada con él”. El texto griego da a entender que Miryam estaba prometida a Yosef, pero todavía no habían contraído matrimonio. Sin embargo, Yosef viaja con ella hacia Bethlejem. Esto crea un conflicto cultural inimaginable para un gentil desapercibido de las implicaciones que este texto conlleva. En la ley judía existen dos instancias matrimoniales: el desposorio, llamado “erusin”, y el casamiento, llamado “nissuin”. El primero es una promesa vinculante, es decir, una vez celebrado el compromiso los novios no pueden relacionarse con otra persona, como si ya estuvieran casados, pero a su vez no pueden convivir ni permanecer solos en ningún momento, porque no lo están de hecho. Por lo tanto, si Yosef viajó con Miryam a Bethlejem es porque ya eran marido y mujer, no solamente novios. En el primer pasaje, si es original, el ángel anunció a Miryam que tendría un hijo siendo ella todavía la novia, y no la esposa de Yosef, pero en el segundo pasaje, cuando viajan juntos, la frase “desposada con él” debe haber sido añadida pues ya estarían casados. No hay alternativa a esta posibilidad. (ver nota “El Mesías, hijo de David” más arriba).
• El censo mencionado en Lucas 2:1-4 no corresponde a un procedimiento verificable y es un agregado de algún copista que necesitaba un motivo para justificar el viaje, puesto que el escritor no lo habría mencionado. En primer lugar, el censo en tiempo de Quirinio fue en el año 6 EC, lo cual es incompatible con los datos cronológicos dados en Lucas 3:1. Además de esto, no es de esa manera que los Romanos hacían los censos, ni tendría sentido que cada uno dejara su residencia habitual para empadronarse en otra parte. Un desplazamiento de tal envergadura habría sido también ocasión oportuna para los rivales del Imperio, en particular los Partos, para atacar, aprovechando que las tropas romanas estarían ocupadas en mantener el orden interno. Lo más plausible es que Yosef y Miryam, que ya estaban casados, fueron a celebrar Sukkot a Jerusalem y encontrándose en Bethlejem, lo cual es factible puesto que a causa de la multitud muchos estarían en los alrededores de la ciudad, Yeshua haya nacido en la sukkah que había sido construida para tal solemnidad. El intento de despojar el relato del Evangelista del carácter judío del momento, y la teología que se desarrolló entre los cristianos gentiles, produjeron la forma del texto que nos ha llegado hasta hoy.
Si bien los detalles mencionados anteriormente pueden pasar inadvertidos para la gran mayoría de los cristianos debido a que no conocen las costumbres judías de la época, el texto siguiente es fácil de comparar con las Escrituras mismas:
Hechos 7:15-16 Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él y nuestros padres; Los cuales fueron trasladados a Sichêm, y puestos en el sepulcro que compró Abraham a precio de dinero de los hijos de Hamor de Sichêm.
Veamos el origen de esta historia en las Escrituras Hebreas:
Génesis 23:16 Entonces Abraham se convino con Ephrón, y pesó Abraham a Ephrón el dinero que dijo, oyéndolo los hijos de Heth, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes. 17 Y quedó la heredad de Ephrón que estaba en Macpela enfrente de Mamre, la heredad y la cueva que estaba en ella, y todos los árboles que había en la heredad, y en todo su término al derredor, 18 Por de Abraham en posesión, a vista de los hijos de Heth, y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad. 19 Y después de esto sepultó Abraham a Sara su mujer en la cueva de la heredad de Macpela enfrente de Mamre, que es Hebrón en la tierra de Canaán. 20 Y quedó la heredad y la cueva que en ella había, por de Abraham, en posesión de sepultura adquirida de los hijos de Heth.
49:29 Mandóles luego [Jacob], y díjoles: Yo voy a ser reunido con mi pueblo: sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Ephrón el Hetheo; 30 En la cueva que está en el campo de Macpela, que está delante de Mamre en la tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Ephrón el Hetheo, para heredad de sepultura. 31 Allí sepultaron a Abraham y a Sara su mujer; allí sepultaron a Isaac y a Rebeca su mujer; allí también sepulté yo a Lea. 32 La compra del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Heth.
50:12 Hicieron, pues, sus hijos con él, según les había mandado: 13 Pues lleváronlo sus hijos a la tierra de Canaán, y le sepultaron en la cueva del campo de Macpela, la que había comprado Abraham con el mismo campo, para heredad de sepultura, de Ephrón el Hetheo, delante de Mamre. 14 Y tornóse José a Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él a sepultar a su padre, después que le hubo sepultado.
Génesis 33:18 Y vino Jacob sano a la ciudad de Sichêm, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-Aram; y acampó delante de la ciudad. 19 Y compró una parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Hamor, padre de Sichêm, por cien piezas de moneda.
Josué 24:32 Y enterraron en Sichêm los huesos de José que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Sichêm, por cien corderas; y fue en posesión a los hijos de José.
Entendemos claramente lo siguiente:
• Avraham compró la heredad de Macpela, en Hevron, a Efron Hetheo (Hevron está al sur de Jerusalem).
• Yakov compró una heredad en Shechem a Hamor Heveo (Shechem está al norte de Jerusalem).
• En Macpela, Hevron, fueron sepultados Avraham, Yitzhak, Yakov, Sara, Rivka y Lea.
• En Shechem fue sepultado Yosef.
Leamos nuevamente el texto del discurso de Esteban, y comparemos:
Hechos 7:15 Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él y nuestros padres; 16 Los cuales fueron trasladados a Sichêm, y puestos en el sepulcro que compró Abraham a precio de dinero de los hijos de Hamor de Sichêm.
En este pasaje hay tres errores:
1 – Avraham habría comprado un sepulcro en Shechem (no fue en Shechem sino en Hevron – quien compró un sepulcro en Shechem fue Yakov, no Avraham)
2 – Avraham habría comprado un sepulcro a Hamor (no fue a Hamor sino a Efron – quien compró un sepulcro a Hamor fue Yakov, no Avraham)
3 – Yakov habría sido sepultado en Shechem (no fue en Shechem sino en Hevron)
Evidentemente, no existe manera alguna para ningún inerrantista de poder explicar este pasaje ni usando los mejores subterfugios. Lo más coherente es admitir que hubo un error humano. Sí podemos conceder que el escritor relató correctamente lo que el orador dijo, y que fue el orador quien se equivocó. Sería más grave que hubiera sido el escritor quien reportó incorrectamente lo que el orador dijo. Una tercera posibilidad es que un copista haya errado, confundiendo Efrón con Hamor y Hevron con Shechem.
Aún así, no hay mucho de qué alarmarse si alguien usara este evidente error para desacreditar el Nuevo Testamento (que fue escrito enteramente por judíos), puesto que errores mucho más graves y absurdos han sido escritos en el Talmud. También dentro del TaNaJ hay discordancias entre Samuel/Reyes y Crónicas en más de un episodio – por ejemplo, la edad de Shaul en 1Samuel 13:1 o la de Ajaziah en 2Crónicas 22:2 (ver: “Controversias Textuales”), o Baasha atacando a Judá en el año 36 de Asa (2Crónicas 16:1) siendo que Baasha había muerto ya hacía diez años, en el año 26 de Asa (1Reyes 16:8). Para este último error, no hay ninguna explicación coherente aunque muchos hayan intentado de alguna manera forzar la interpretación del texto, o inventado hipótesis que no tienen fundamento (ver próxima página: “Errores Históricos”).
¿Se contradicen Lucas y Pablo?
Hay quienes obstinadamente buscan errores, y señalan una aparente contradicción entre los relatos de Lucas y Saulo con relación a la experiencia de este último en el camino a Damasco (la mal llamada “conversión de Saulo”). La presunta contradicción se encuentra en los siguientes pasajes:
Hechos 9:19 Y como comió, fue confortado. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. 20 Y luego en las sinagogas predicaba al Mesías, diciendo que éste era el Hijo de Elohim. 21 Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalem a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos a los príncipes de los sacerdotes? 22 Empero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los Judíos que moraban en Damasco, afirmando que éste es el Mesías.
Gálatas 1:17 Ni fui a Jerusalem a los que eran apóstoles antes que yo; sino que me fui a la Arabia, y volví de nuevo a Damasco. 18 Después, pasados tres años, fui a Jerusalem a ver a Simón, y estuve con él quince días. 19 Mas a ningún otro de los apóstoles vi, sino a Jacobo el hermano del Señor. 20 Y en esto que os escribo, he aquí delante de Elohim, no miento. 21 Después fui a las partes de Siria y de Cilicia; 22 Y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Mesías; 23 Solamente habían oído decir: Aquél que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que en otro tiempo destruía.
En su narración, Lucas dice que Saulo “estuvo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. Y luego en las sinagogas predicaba al Mesías”. Saulo a su vez dice: “me fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados tres años, fui a Jerusalem”.
En verdad es muy estúpida la presunción de error o incoherencia entre ambos relatos. Lucas simplemente abrevia omitiendo el viaje de Saulo a Arabia, por no considerarlo relevante puesto que no tuvo ningún objetivo aparente en el ministerio. En cuanto a la expresión “estuvo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco. Y luego en las sinagogas predicaba al Mesías”, no especifica si fue antes o después de su viaje a Arabia –el cual no mencionó–, aunque entendemos que fue después, porque “luego en las sinagogas predicaba al Mesías, lo que confundía a los Judíos que moraban en Damasco”, por lo tanto, estuvo un tiempo considerable en Damasco, y nada impide que este período haya durado tres años como Saulo afirma que estuvo allí, antes de subir a Jerusalem. De hecho, en el relato de Lucas no dice que haya estado en Jerusalem sino hasta 9:26 “Y como vino a Jerusalem, tentaba de juntarse con los discípulos; mas todos tenían miedo de él, no creyendo que era discípulo”.
Otra cuestión relativa a este acontecimiento es que Saulo tuviera tanto interés en iniciar su persecución en Damasco, y pidiera al kohen gadol de Jerusalem cartas que le autorizaran a arrestar y conducir a Jerusalem a quienes encontrara de los seguidores de Yeshua en las sinagogas de aquél lugar, como leemos en Hechos 9:1-2 “Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, y demandó de él letras para Damasco a las sinagogas, para que si hallase algunos hombres o mujeres de esta secta, los trajese presos a Jerusalem”.
Naturalmente, en una primera lectura se da por descontado que se trata de Damasco en Siria. Sin embargo, habría varios inconvenientes con respecto a tal identificación: en primer lugar, el kohen gadol no tenía autoridad alguna para mandar a arrestar a nadie que estuviera en Siria, provincia que se encontraba bajo otra jurisdicción, la del rey Aretas, ni tampoco el gobierno político de Judea tenía tal facultad – ni interés en encarcelar a nadie por asuntos que concernían exclusivamente a los Judíos. Además, conducir prisioneros desde Damasco en Siria hasta Jerusalem no sería una tarea tan simple, había que cruzar confines de provincias que estaban bajo otros gobernantes, entre otros inconvenientes.
Investigando cuidadosamente los escritos de Lucas y de Saulo, veremos que en ningún momento Damasco es asociado a Siria. Saulo narra que, habiendo estado en Damasco y luego en Jerusalem, fue “después a las partes de Siria y de Cilicia” (Gálatas 1:21), sin establecer relación alguna entre Damasco y Siria, la cual en sus epístolas está más bien asociada a Antioquía, y se la menciona junto a la provincia vecina de Cilicia (Hechos 15:23). Sólo una vez la Damasco de Siria es específicamente indicada, en 2Corintios 11:32 “En Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba la ciudad de los Damascenos”, y no como una ciudad de Siria sino como “la ciudad de los damascenos” y “la provincia del rey Aretas”.
En su testimonio delante de Agripa, Saulo cuenta el principio de su carrera como seguidor de Yeshua de la siguiente manera: “sino que anunciaba, primeramente a los que estaban en Damasco y también en Jerusalem, y por toda la región de Judea, y aun a los gentiles, que debían arrepentirse y volverse a Elohim, haciendo obras dignas de arrepentimiento. Por esta causa, algunos judíos me prendieron en el templo y trataron de matarme” (Hechos 26:20-21). Notemos el orden: Damasco, Jerusalem, y toda la región de Judea. Nos da a entender que Damasco está cerca de Jerusalem, y pertenece a la misma región: Judea. ¿Acaso había algún lugar llamado Damasco en Judea? Sí, lo había. No era nada fuera de lo común que existieran distintos lugares con el mismo nombre, tanto entonces como ahora. Así como había varias Antioquías –en Hechos se mencionan dos, la del Orontes o de Siria y la de Pisidia, y la misma ciudad de Saulo, es decir Tarso, se llamaba también Antioquía del Cydnus–; había varias Seleucias –en Hechos 13:4 se menciona la del Orontes, o de Siria, y también estaba la de Pisidia, y varias más–, así como había muchas Alejandrías, y también en el TaNaJ encontramos por ejemplo Kadesh en el Negev y Kadesh en Galilea – y de esta última provino el nombre de Kadesh en Tharsis, actual Cádiz en España. Sin embargo, aparentemente no se ha logrado identificar ningún lugar llamado Damasco en Judea. Efectivamente, este era un nombre usado sólo por algunos círculos judíos, precisamente la Comunidad de Qumran, que llamaba “Damasco” a su refugio en el desierto de Judea, como bien lo explica el Fragmento Tzadokita o Documento de Damasco, en 9:8 “y la Estrella es aquél que estudió la Torah, que vino a Damasco, como está escrito: «Saldrá una estrella de Yakov, y un cetro subirá de Israel», el cetro es el príncipe de toda la congregación”, en 9:28 “Todos los que entraron en el nuevo pacto en la tierra de Damasco”, en 9:37 “el pacto y el juramento de fe, que fue confirmado en la tierra de Damasco, éste es el nuevo pacto”, etc. (Ver “Documento de Damasco”). Es claro que en el lenguaje de los primeros discípulos “Damasco” era la congregación del Nuevo Pacto, que se había formado entre los miembros de la Comunidad a la cual perteneció también Yohanan el bautizador, y era precisamente allí donde se encontraba el núcleo más fuerte de los discípulos de Yeshua a los cuales Saulo quería detener para que no expandieran la nueva enseñanza. Una de las reglas de esta Comunidad era la preparación de cada discípulo, que duraba tres años, lo que coincide con el periodo en que Saulo estuvo en “Damasco” antes de comenzar su ministerio. De hecho también este Damasco del Negev era limítrofe con la provincia romana de Arabia, que no era la península del mismo nombre, sino la del Sinaí (a la cual se refiere Saulo en Gálatas 4:25), y de esta manera es mucho más coherente toda la secuencia de acontecimientos: Saulo sale de Jerusalem con cartas para arrestar a los discípulos de Yeshua en Damasco, que es el área de Qumran en Judea, antes de llegar tiene su experiencia mística y prosigue su viaje a destino, para luego ir, no sabemos por cuál motivo, a la vecina Arabia del Sinaí, y regresa para su curso de preparación de tres años, como exigía el Reglamento de la Comunidad, antes de comenzar su ministerio con una visión totalmente cambiada de la que antes tenía. Sólo después, entre otros viajes, visita también Damasco de Siria.