ELOHIM
¿Plural o Singular?

 

“Sh’má Yisrael, Adonay Eloheinu, Adonay Ejád” (Devarim 6:4)
“Oye, Israel, YHVH nuestro Elohim, YHVH es Uno” (Deuteronomio 6:4)



Esta es la declaración de fe que todo Judío debe proclamar, que Di*s es Uno. Sin embargo, los cristianos en general argumentan (por ignorancia o por mala fe) que esta declaración contiene indicios de la trinidad, y se atreven a hacerlo incluso malinterpretando el texto hebreo. Las dos palabras sobre las cuales los engañadores apoyan su falsa interpretación son «Elohim» y «Ejád», aduciendo que la primera es plural y que la segunda implica pluralidad – nada más lejos de la verdad. En este breve estudio examinaremos ambas correctamente según la lengua hebrea, y quien quiera puede cotejar lo que aquí expondremos, pero asegúrese de que sea con eruditos de la lengua hebrea y no con aprendices de teología, que nada saben de lengua y acomodan todas las cosas para favorecer sus ideas religiosas, atreviéndose incluso a mentir descaradamente sobre una lengua que desconocen.
En la primera parte veremos la palabra «Elohim»; en la segunda parte, la palabra «Ejád».

ELOHIM

Es sabido que desde el punto de vista morfológico esta palabra correspondería a un plural masculino, según la regla general de la lengua hebrea que establece que los plurales masculinos terminan en “-im” y los femeninos en “-ot”. Sin embargo, como en todas las lenguas, las reglas generales no son absolutas sino que hay matices y excepciones. Efectivamente, en hebreo existen palabras masculinas con forma femenina y viceversa, y palabras singulares con forma plural; así como hay palabras que son masculinas en el singular y tienen un plural femenino, o palabras que son femeninas en el singular y tienen un plural masculino. A su vez, hay sustantivos que llevan adjetivos de género opuesto, y otros que no siempre concuerdan con el verbo en género o número. Y en definitiva, lo que determina si una palabra es singular o plural no es su morfología sino el verbo que la acompaña. Antes de pasar al estudio de la palabra «Elohim» veamos algunos ejemplos de lo anteriormente dicho:

Como lo que nos interesa en este caso son las palabras singulares con forma plural, dejaremos los otros ejemplos relativos a género para otra oportunidad en que sea relevante presentarlos.
Algunas palabras singulares con forma plural que encontramos en las Escrituras:
• panim – cara, rostro
• ajot – hermana
• rajamim – misericordia (morfológicamente sería el plural de “rejem”, útero, pero semánticamente es una palabra distinta)
• kelulot – nupcial, estado de la novia durante la boda
• avarim – lugar del otro lado (de un río)
• marerot – amargura
• Yerushalayim – Jerusalem, tiene la particularidad de ser una palabra femenina singular con forma de plural masculino (hay un significado en esto, pero es objeto de otro estudio).

Estos pocos ejemplos (hay muchos más) nos demuestran que las reglas morfológicas en hebreo no son estrictas y no se puede establecer el género y número de una palabra aisladamente sino sólo cuando la consideramos en su contexto.
Hay palabras que también pueden tener la misma forma en singular y en plural, pero cambiando significado. Por ejemplo, «Mitzrayim», que puede significar “Egipto” o “egipcios”. ¿Cómo sabemos cómo determinarlo? Según el verbo que la acompañe: si es singular, se trata de Egipto, si es plural, se trata de los egipcios. Lo mismo sucede con «Elohim»: la misma palabra se puede referir a Di*s, o a los ángeles, o a dioses paganos. Cuando se trata de Di*s, el verbo siempre está en singular.
Consideremos entonces entre los usos de la forma plural en la lengua hebrea, el caso de la palabra «Elohim».
Uno de esos usos indica una cualidad, como en el caso de los substantivos abstractos que en castellano terminan en –dad, –tud, –eza, etc. (como en inglés -hood, -ness, -ship, -ty). Concretamente, «Elohim» debería traducirse “Deidad” más bien que Di*s. De otra manera, la misma palabra “elohim” se usa para designar dioses ajenos no sólo en plural sino también en singular:

1Reyes 11:4 Y ya que Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses [elohim] ajenos; y su corazón no era perfecto con YHVH su Elohim, como el corazón de su padre David.
11:5 Porque Salomón siguió a Astaroth, diosa [elohim] de los Sidonios.

En este ejemplo vemos que la misma palabra “elohim” se usa en plural para “dioses” y en singular para una “diosa” femenina!

1Reyes 11:33 Por cuanto me han dejado, y han adorado a Astharoth diosa [elohim] de los Sidonios, y a Chêmos dios [elohim] de Moab, y a Moloch dios [elohim] de los hijos de Ammón; y no han andado en mis caminos, para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos, y mis derechos, como hizo David su padre.

Aquí se dan nombres de ídolos paganos, los cuales NO eran trinos, ni duales ni plurales, sino simples dioses singulares, tanto masculinos como femeninos, y sin embargo a todos ellos se les llama, individualmente, “elohim”, con la misma palabra morfológicamente plural con la que se designa al Di*s de Israel. Si debiéramos traducir al castellano el término hebreo siempre con la misma palabra, sólo cabría “deidad” Probemos:

1Reyes 11:33 Por cuanto me han dejado, y han adorado a Astharoth deidad [elohim] de los Sidonios, y a Chêmos deidad [elohim] de Moab, y a Moloch deidad [elohim] de los hijos de Ammón; y no han andado en mis caminos, para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos, y mis derechos, como hizo David su padre.

Bien, hemos podido traducir con la misma palabra los términos masculino y femenino (dios/diosa) para poder corresponder más exactamente con el texto hebreo, que designa a todos y a cada uno de ellos en singular como “elohim” – pero para traducir el otro texto que hemos citado anteriormente, debemos forzosamente acomodar la traducción al número expresado por el verbo o adjetivo:

1Reyes 11:4 Y ya que Salomón era viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras deidades [elohim] ajenas; y su corazón no era perfecto con YHVH su Elohim, como el corazón de su padre David.
11:5 Porque Salomón siguió a Astaroth, deidad [elohim] de los Sidonios.

Entonces, ¿Qué es lo que determina si “elohim” es singular o plural? Indudablemente, el verbo (o el adjetivo).
En este punto hemos ya puesto en evidencia que si bien “elohim” es morfológicamente plural, no implica que se refiera a entidades plurales, porque tanto Astarot como Kemosh como Moloj eran ídolos unipersonales, no trinos ni plurales en ninguna manera, y por lo tanto llevan adjetivo y verbo en singular, exactamente igual que Elohim cuando se refiere al Di*s de Israel. En todos los casos, Elohim (referido al Único Di*s verdadero) lleva adjetivos en singular, nunca en plural:
Elohim tzadiq (אלהים צדיק) – Salmo 7:9; Elohim tov (אלהים טוב) – Salmo 73:1; Elohim haGadol (האלהים הגדול) – Nehemías 8:6; etc.

Además de esto, hay otro motivo por el cual el Eterno es llamado Elohim:
En las lenguas semíticas existe lo que se llama “plural de excelencia” (aunque lo nieguen los indoctos, es una forma gramatical común a todas las lenguas semíticas desde el antiguo akkádico en adelante, y transmitida incluso al árabe, como veremos más adelante). Este plural se usa como superlativo, como máxima expresión de algo. Veamos algunos ejemplos:

En Isaías 40:14 la palabra traducida “inteligencia”, “entendimiento”, “prudencia” es «ťbunot», forma plural de «ťbunah», lo cual indica no una pluralidad sino una máxima dimensión.

En Isaías 27:11 la palabra traducida “entendimiento”, “discernimiento” es «binot», forma plural de «binah», y no indica plural sino que es una forma poética.

Siendo «ťbunah» y «binah» conceptos abstractos, no pueden tener plural.

En Daniel 9:23 la palabra traducida “muy amado”, “grandemente amado” es «jamudot», forma plural femenina de «jamúd», que significa “precioso”, “querido”, “amado”, “deseable”, y aquí vemos esta expresión usada hacia un hombre.
¿Era Daniel trino? Evidentemente, no.

En Isaías 33:15 la palabra traducida “justicia” es «tz’dakot», forma plural de «tz’dakah», expresando una máxima dimensión de la justicia, la cual no puede ser nunca plural pues es un concepto abstracto.

En Proverbios 1:20 la palabra traducida “sabiduría” es «jajmot», forma plural de «jojmah», expresando una máxima dimensión de la sabiduría, la cual tampoco puede ser nunca plural pues es un concepto abstracto.

Un caso muy interesante es cómo todos los traductores, en todos los idiomas, han traducido Proverbios 30:3 “Yo ni aprendí sabiduría, ni conozco la ciencia del Santo”. La palabra traducida aquí “Santo” es «k’doshim», forma plural de «kadosh». ¿Por qué ningún erudito, en ningún idioma tradujo esta palabra como “santos”, en plural, siendo que en hebreo está en esa forma? Porque evidentemente, todos los expertos tienen conocimiento del plural de excelencia existente en la lengua hebrea. Sólo los indoctos niegan esta verdad indiscutible.
Como estos hay muchos otros ejemplos, pero a modo ilustrativo estos pueden bastar.
Queda establecido claramente que Elohim, cuando se refiere a Di*s es siempre, en todos los casos, singular y no implica en manera alguna que haya una pluralidad en Él. Sin embargo, los obstinados presentan otra objeción, la cual pasamos a exponer:

Génesis 1:26 Y dijo Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;
Génesis 3:22 Y dijo YHVH Elohim: ciertamente el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal.
Génesis 11:5-7 Y descendió YHVH para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Y dijo YHVH: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un lenguaje: y han comenzado a obrar, y nada les retraerá ahora de lo que han pensando hacer. Ahora pues, descendamos, y confundamos allí sus lenguas, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
Jeremías 30:5 Porque así ha dicho YHVH: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz.

Como vemos, en estos cuatro pasajes, Di*s usa el plural en referencia a Sí mismo. En todos estos casos, se trata del plural de excelencia (pluralis excellentiae) y del modo cohortativo del verbo –en un buen libro de gramática del hebreo bíblico se pueden encontrar estos conceptos ampliamente explicados, para quien desee profundizar–. En todos los casos, se trata de Di*s hablando en primera persona, pero jamás se usa un verbo en plural cuando las Escrituras se refieren a Él ni en segunda ni en tercera persona, y solamente en estos cuatro pasajes citados arriba Él mismo usa el plural en primera persona. Ahora pasaremos a explicar por qué.
Cuando se da una orden, gramaticalmente es necesario que intervengan dos personas: quien da la orden y quien la recibe. Por este motivo, el modo imperativo en hebreo sólo existe con una forma propia en segunda persona, siendo la primera quien habla, y se dirige a la segunda. ¿Y qué sucede cuando alguien se da una orden a sí mismo? Se usa el modo cohortativo, que sería algo similar a un auto-imperativo. Este modo verbal, que existe sólo en primera persona, se construye utilizando la primera persona del plural en tiempo futuro, y es plural porque el imperativo exige que haya quien da la orden y quien la recibe, entonces el “yo” se convierte en “nosotros”, porque “yo” le doy la orden a “yo” de hacer algo.

En Génesis 1 Di*s da una serie de órdenes:

1:3 Y dijo Elohim: Sea la luz: y fue la luz.
1:6 Y dijo Elohim: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
1:9 Y dijo Elohim: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca:
1:11 Y dijo Elohim: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; etc.
1:14 Y dijo Elohim: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: etc.
1:20 Y dijo Elohim: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
1:24 Y dijo Elohim: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie:
1:26 Y dijo Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;

Estas son las ocho órdenes que da Elohim en la Creación. Notemos que en todas ellas, el verbo es “dijo” Elohim, y no “dijeron”. Este verbo es el que determina el número del substantivo. En las primeras siete, Él da órdenes a las cosas creadas, en la última, se da una orden a Sí mismo, y por este motivo usa el modo cohortativo del verbo, que es morfológicamente un futuro plural. En castellano también sabemos usar este tipo de forma verbal, si bien no existe como modo, cuando decimos “vamos” a hacer tal cosa, y nos referimos en realidad al “yo”.

En Génesis 11:7 es la última vez que encontramos esta misma forma verbal, cuando YHVH (y no “Elohim”) se da una orden a Sí mismo: “descendamos y confundamos”, y es evidente que YHVH no es un Nombre morfológicamente plural, sin embargo usa el modo cohortativo del verbo porque es el que corresponde gramaticalmente, y no porque implique una pluralidad del sujeto.

En Génesis 3:22 encontramos el plural de excelencia en el pronombre, y en y Jeremías 30:5 en el verbo. Esta es una forma natural de todas las lenguas semíticas, tal es así que en árabe, quien haya leído el corán quizás haya notado que en todos los casos en que quien habla es Alá, habla de sí mismo diciendo “nosotros”, y el verbo siempre en plural. Y a nadie le vendría en mente usar este pobre argumento para demostrar que Alá es plural o que es una trinidad o que haya algún indicio de pluralidad en él. Por lo tanto quien niega que exista el plural de excelencia en hebreo carece de conocimiento. Pero veamos otros casos en la Biblia en los cuales el plural de excelencia es usado por hombres, comunes mortales:

Daniel 2:26 Respondió el rey, y dijo a Daniel, al cual llamaban Beltsasar: ¿Podrás tú hacerme entender el sueño que vi, y su declaración? 36 Este es el sueño: la declaración de él diremos también en presencia del rey.

Aquí el único intérprete del sueño es Daniel, sin embargo, dice de él mismo “diremos”.

Esdras 4:7 Y en días de Artajerjes, Bislam, Mitrídates, Tabeel, y los demás sus compañeros, escribieron a Artajerjes rey de Persia; y la escritura de la carta estaba hecha en siriaco, y declarada en siriaco.
17 El rey envió esta respuesta a Rehum canciller, y a Simsai secretario, y a los demás sus compañeros que habitan en Samaria, y a los demás de la parte allá del río: Paz, etc.
18 La carta que nos enviasteis claramente fue leída delante de mí.

Aquí se nos dice que el único destinatario de la carta era el rey, no la entera corte. El rey responde diciendo: la carta que “nos” enviasteis, un claro uso de plural de excelencia.

Conclusión:

La palabra «Elohim» en referencia a Di*s es siempre, en todos los casos, singular y no indica en ninguna manera que pueda implicar o sugerir una pluralidad. El uso plural del verbo en las poquísimas veces en que lo encontramos (hemos citado todos los casos existentes en el TaNaJ) está en modo cohortativo o de plural de excelencia. Igualmente el pronombre, la única vez que está en primera persona del plural, es plural de excelencia. Así lo determinan todos los eruditos de la lengua hebrea, judíos y no judíos. Quien tenga dudas, puede consultar las obras de Rabí Saadia Gaon, Kimji David, Abraham ibn Ezra, Judá ben David Jaiuj (judíos) y de John Reuchlin, Wilhelm Gesenius, Pablo Joon, Rudolf Meyer y otros eruditos gentiles.

En la segunda parte veremos la palabra «Ejád».



EJÁD

Como ya vimos en la primera parte, el argumento de los trinitarios acerca de la palabra «Elohim» no tiene fundamento alguno, ni escritural ni lingüístico, y es simplemente erróneo (por desconocimiento quizás, o por mala fe en muchos casos), pero en cuanto a «Ejád» lo que ellos argumentan es lisa y llanamente una falacia.
El embuste (porque eso es y no otra cosa) que proponen es una presunta diferencia entre «ejád» y «yajíd». Una distinción entre ambos términos hay, pero no es la que ellos dicen. En castellano también hay una diferencia entre “uno” y “único”, y es exactamente la misma que existe en hebreo entre «ejád» y «yajíd». Entendiendo la diferencia en castellano, podemos entender fácilmente la que hay en hebreo, porque es exactamente la misma.

En castellano “uno” significa “uno” (no tres, ni ningún otro número), una unidad, que puede o no estar compuesta de más elementos: por ejemplo “un hombre” es una unidad simple, “un pueblo” es una unidad colectiva. Y exactamente lo mismo sucede con “único” –algo que es sólo uno o que es uno solo en su clase o especie–, también puede referirse a una unidad compuesta, por ejemplo: “su única riqueza son sus hijos”; aquí vemos que algo “único” puede ser compuesto por varias personas. Por lo tanto, en cuanto a singularidad o pluralidad, tanto “uno” como “único” admiten ambas posibilidades. Y lo mismo se entiende para «ejád» y «yajíd».

Veamos primero las únicas veces que encontramos la palabra «yajíd» en el TaNaJ:

Génesis 22:2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único [yajíd], Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
22:12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ya conozco que temes a Elohim, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único [yajíd];
22:16 Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice YHVH, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único [yajíd];

Proverbios 4:3 Porque yo fuí hijo de mi padre, Delicado y único [yajíd] delante de mi madre.

Jeremías 6:26 Hija de mi pueblo, cíñete de saco, y revuélcate en ceniza; hazte luto como por hijo único [yajíd], llanto de amarguras: porque presto vendrá sobre nosotros el destruidor.

Amós 8:10 Y tornaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en endechas; y haré poner saco sobre todos lomos, y peladura sobre toda cabeza; y la tornaré como en llanto de unigénito [yajíd], y su postrimería como día amargo.

Bien, en el caso de Isaac sabemos perfectamente que no era el único hijo de Avraham, sino que había otros siete, por lo tanto aquí el uso de «yajíd», ¿significa que se trata de una sola persona? ¡No! Más bien significa que se trata de una persona especial, un hijo distinto de los demás. Por lo tanto, este pasaje no sirve como ejemplo para demostrar lo que los trinitarios pretenden demostrar.

El mismo sentido de “especial” es el que vemos en Proverbios 4:3. No indica “unidad indivisible” (que es lo que «yajíd» NO significa en ningún caso) sino que muestra una categoría especial, una predilección, un privilegio.
En este sentido, si los trinitarios dicen que Elohim no es «yajíd» blasfeman, porque están diciendo que no es el único Di*s para ellos, sino que también hay otros. En otras palabras, negar que Elohim es «yajíd» es politeísmo.
También el pueblo de Israel (unidad compuesta por muchas personas) es «yajíd» para Di*s, porque es su especial tesoro.

En los otros dos pasajes que hemos citado, «yajíd» significa hijo único, o sea, que no hay más hijos. Ninguna evidencia que pueda significar “uno simple” como afirman los aprendices de teólogos.
Ahora pasemos a la palabra «ejád», que está escrita más de 300 veces en el TaNaJ. Por la abundancia de textos en los que esta palabra aparece, sólo citaremos algunos, los suficientes para demostrar que «ejád» significa “uno” y que no implica pluralidad alguna.

Ejemplos en el Libro del Génesis:

Génesis 1:9 Y dijo Elohim: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un [ejád] lugar, y descúbrase la seca: y fue así.

UN lugar: unidad simple.

Génesis 11:6 Y dijo YHVH: He aquí el pueblo es uno [ejád], y todos éstos tienen un lenguaje: y han comenzado a obrar, y nada les retraerá ahora de lo que han pensando hacer.

UN pueblo: unidad compuesta.

Génesis 21:15 Y faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un [ejád] árbol;

UN árbol: unidad simple.

Génesis 22:2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno [ejád] de los montes que yo te diré.

UN monte: unidad simple.

Génesis 40:5 Y ambos a dos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban arrestados en la prisión, vieron un sueño, cada uno su sueño en una misma [ejád] noche, cada uno conforme a la declaración de su sueño.
41:11 Y yo y él vimos un sueño una misma [ejád] noche: cada uno soñó conforme a la declaración de su sueño.

UNA noche: unidad simple.

Génesis 41:5 Durmióse de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y hermosas subían de una sola [ejád] caña:
41:22 Vi también soñando, que siete espigas subían en una misma [ejád] caña llenas y hermosas;

UNA SOLA caña: unidad simple.

Génesis 41:25 Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo [ejád]: Elohim ha mostrado a Faraón lo que va a hacer.
41:26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo [ejád].

UN sueño: unidad compuesta por dos cosas ABSTRACTAS que significan una sola cosa.

Génesis 42:16 Enviad uno [ejád] de vosotros, y traiga a vuestro hermano; y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad con vosotros: y si no, vive Faraón, que sois espías.
42:19 Si sois hombres de verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno [ejád] de vuestros hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre de vuestra casa:

UN hombre: unidad simple (¿o serían estos hombres “trinidades”?)


Ejemplos en el Libro del Éxodo:

Éxodo 10:19 Y YHVH volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y arrojóla en el mar Bermejo: ni una [ejád] langosta quedó en todo el término de Egipto.

UNA langosta: unidad simple (¿o acaso la langosta es un ser trino?)

Éxodo 12:46 En una [ejád] casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso suyo.

UNA casa: unidad simple, porque en este caso se habla de la casa en sentido de vivienda, no de familia.

Éxodo 17:12 Y las manos de Moisés estaban pesadas; por lo que tomaron una piedra, y pusiéronla debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sustentaban sus manos, el uno [ejád] de una parte y el otro [ejád] de otra; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.

UNO era Aharón, y el OTRO (en hebreo dice también “UNO”) era Hur… ¿eran estos dos hombres trinos?

Éxodo 25:19 Harás, pues, un [ejád] querubín al extremo de un lado, y un [ejád] querubín al otro extremo del lado opuesto: de la calidad de la cubierta harás los querubines en sus dos extremidades.

UN querubín: unidad simple (¿o también los querubines son “trinidades”?)

Éxodo 29:1 Y esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un [ejád] becerro de la vacada, y dos carneros sin tacha;

UN becerro: unidad simple (¿o también los animales son “trinos”?)

Éxodo 33:5 Pues YHVH dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz: en un [ejád] momento subiré en medio de ti, y te consumiré: quítate pues ahora tus atavíos, que yo sabré lo que te tengo de hacer.

UN momento: unidad simple y absolutamente INDIVISIBLE!!! Un momento es la mínima unidad de tiempo que existe. No puede haber un momento en etapas, ni compuesto en ninguna manera. Y aquí vemos que un momento es «ejád».

Éxodo 37:19 En el un [ejád] brazo, tres copas figura de almendras, una manzana y una flor; y en el otro [ejád] brazo tres copas figura de almendras, una manzana y una flor: y así en los seis brazos que salían del candelero.

UN brazo: unidad simple.


Ejemplos en el Libro de Levítico:

Levítico 5:7 Y si no le alcanzare para un cordero, traerá en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas ó dos palominos a YHVH; el uno [ejád] para expiación, y el otro [ejád] para holocausto.
12:8 Y si no alcanzare su mano lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas ó dos palominos, uno [ejád] para holocausto, y otro [ejád] para expiación: y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.

UNA tórtola o paloma y OTRA (en hebreo “UNA”) tórtola o paloma, animales que difícilmente puedan ser considerados trinos.

Levítico 7:14 Y de toda la ofrenda presentará una parte [ejád] por ofrenda elevada a YHVH, y será del sacerdote que rociare la sangre de los pacíficos.

UNA parte, o sea, algo que ya ha sido dividido, cada una de sus partes es «ejád». Unidad simple.

Levítico 8:26 Y del canastillo de los ázimos, que estaba delante de YHVH, tomó una [ejád] torta sin levadura, y una [ejád] torta de pan de aceite, y una [ejád] lasaña, y púsolo con el sebo y con la espaldilla derecha;

UNA torta, UNA lasaña… unidades que efectivamente son divisibles, pero no en otras unidades definidas sino sólo en pedazos, que de por sí solos no forman un todo.

Levítico 14:10 Y el día octavo tomará dos corderos sin defecto, y una [ejád] cordera de un año sin tacha; y tres décimas de flor de harina para presente amasada con aceite, y un [ejád] log de aceite.
14:21 Mas si fuere pobre, que no alcanzare su mano a tanto, entonces tomará un [ejád] cordero para ser ofrecido como ofrenda agitada por la culpa, para reconciliarse, y una décima de flor de harina amasada con aceite para presente, y un [ejád] log de aceite;
14:22 Y dos tórtolas, ó dos palominos, lo que alcanzare su mano: y el uno [ejád] será para expiación por el pecado, y el otro [ejád] para holocausto;

UNA cordera, UN cordero, UNA tórtola o paloma… todos son animales, por lo tanto unidades y no trinidades.
UN log, es una medida indivisible.

Levítico 16:5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos de cabrío para expiación, y un [ejád] carnero para holocausto.
16:8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos de cabrío; la una [ejád] suerte por YHVH, y la otra [ejád] suerte por Azazel.

UN carnero, UN macho cabrío, OTRO macho cabrío… todos son animales, por lo tanto unidades y no trinidades.

Levítico 23:18 Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año sin defecto, y un [ejád] becerro de la vacada y dos carneros: serán holocausto a YHVH, con su presente y sus libaciones; ofrenda encendida de suave olor a YHVH. 23:19 Ofreceréis además un [ejád] macho de cabrío por expiación; y dos corderos de un año en sacrificio de paces.

UN becerro, UN macho cabrío… más animales, todos ellos unidades y no trinidades.

Levítico 24:22 Un mismo [ejád] derecho tendréis: como el extranjero, así será el natural: porque yo soy YHVH vuestro Elohim.

UN derecho es una unidad abstracta no cuantificable ni divisible.

Levítico 25:48 Después que se hubiere vendido, podrá ser rescatado: uno [ejád] de sus hermanos lo rescatará;

UN hermano, es un hombre, un ser humano. UNA PERSONA, no tres.


Ejemplos en el Libro de Números:

En este Libro encontramos la palabra «ejád» decenas de veces en referencia a animales, seres que los trinitarios no consideran como trinos o plurales, y sin embargo ninguno de ellos es llamado «yajíd» como ellos afirman que se debería designar a seres no compuestos.

Números 7:11 Y YHVH dijo a Moisés: Ofrecerán su ofrenda, un [ejád] príncipe un día, y otro [ejád] príncipe otro día, a la dedicación del altar.

UN príncipe, es un hombre, un ser humano. UNA PERSONA.

Números 7:15-16 Un [ejád] becerro, un [ejád] carnero, un [ejád] cordero de un año para holocausto; Un [ejád] macho cabrío para expiación;
(cf. Números 7:21-22;27-28;33-34;39-40;45-46;51-52;57-58;63-64;69-70;75-76;81-82).

UN becerro, UN carnero, UN cordero, UN macho cabrío. Animales, seres unitarios y no trinos. En estos pasajes se usa «ejád» 24 veces en referencia a animales. ¿Alguien sigue convencido de que «ejád» implica pluralidad y no unidad? Aún así, presentaremos más ejemplos.

Números 11:19 No comeréis un [ejád] día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días;

En este caso, «ejád» se manifiesta como unidad absoluta, en oposición a dos, tres o cualquier otro número.

Números 13:2 (13:3) Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel: de cada tribu de sus padres enviaréis un varón [ejád], cada uno [ejád] príncipe entre ellos.

UN varón, UN príncipe. Personas, hombres, seres unitarios, no trinos.

Números 15:16 Una misma [ejád] ley y un mismo [ejád] derecho tendréis, vosotros y el peregrino que con vosotros mora.

UNA ley, UN derecho, es una unidad abstracta no cuantificable ni divisible.

Números 17:3 Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada cabeza de familia de sus padres tendrá una [ejád] vara.

UNA vara, una unidad indivisible.

Números 29:2 Y ofreceréis holocausto por olor de suavidad a YHVH, un [ejád] becerro de la vacada, un [ejád] carnero, siete corderos de un año sin defecto;
29:4 Y con cada uno [ejád] de los siete corderos, una [ejád] décima;
29:5 Y un [ejád] macho cabrío por expiación, para reconciliaros:
29:8 Y ofreceréis en holocausto a YHVH por olor de suavidad, un becerro [ejád] de la vacada, un carnero [ejád], siete corderos de un año; sin defecto los tomaréis:
29:11 Un [ejád] macho cabrío por expiación: además de la ofrenda de las expiaciones por el pecado, y del holocausto continuo, y de sus presentes, y de sus libaciones.
(cf. Números 29:16,19,22,25,28,31,34)
Números 29:36 Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida de olor suave a YHVH, un [ejád] novillo, un [ejád] carnero, siete corderos de un año sin defecto;
29:38 Y un [ejád] macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, con su presente y su libación.

UN becerro, UN carnero, UN macho cabrío, UN novillo… todos los animales, sin excepción alguna, son cuantificados con la palabra «ejád» para determinar “uno”. No se usa ningún otro término. Definitivamente, «ejád» indica unidad.

Números 35:30 Cualquiera que hiriere a alguno, por dicho de testigos, morirá el homicida: mas un solo [ejád] testigo no hará fé contra alguna persona para que muera.

UN SOLO testigo, se trata de una persona, no de tres ni de algún otro número, no es una pluralidad, es un hombre, o una mujer, pero es UNO.

Podríamos prolongar este estudio aún más. Tenemos todo el resto de la Biblia para seguir demostrando que «ejád» no sugiere en ninguna manera que se trate de una pluralidad, sino todo lo contrario, es la definición más absoluta de unidad. Honestamente, creemos que los pasajes citados puedan ser suficientes. Las evidencias están a la vista, con cientos de pasajes bíblicos (no alguno tomado aisladamente y fuera del contexto para querer demostrar una falacia), que la “Shemá” declara indiscutiblemente que YHVH Elohim es UNO. Si alguien quiere ser trinitario está en todo su derecho, lo que no puede hacer es justificarlo con las Escrituras. Shalom!


 

 

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